miércoles, 10 de diciembre de 2008

OPUS-CULO: "Mami, teno popó!!!" dijo el nene del Opus


Aunque sólo es mediodía, en ningún sitio como en Jogüarts el invernal ocaso languidece sobre las cúpulas con mayor esplendor diabólico. Los alumnos se juegan la virginidad a los tazos con los sátiros de jardín, y los duendes bailan “La Macarena” extasiados, antes de irse a comprar el último disco de Bullet for my Valentine.

En la vorágine de frenesí, sobreviene el primer fogonazo de la luna, reptando por los lujuriosos cabellos de las becarias. Torrentes de hidromiel brotan de coños inescrutables. Los jovencitos empuñan su pene con su ardiente impulso natural. Avon llega con un cargamento de afeites de oferta (el dragón guardían tiene órdenes de usar su aliento de 80d6 si aparece) y todo huele como a gominolas fermentadas en ignotos rectos.

Poco importa que gracias a muchos prepúberes de la escuela las acciones de Dodot hayan alcanzado límites insospechados y que Nutribén patrocine la mitad de los eventos del Club de Literatura de Jogüarts. La cándida languidez de las estrellas vespertinas invita a alimentar las gónadas con lírica pura. Y bien, cosa mala cuando están a rebosar y lo único que ansían es soltar su ubérrima carga. Pero la literatura es lo primero.

No se vio cosa igual desde que Doña Adelaida dirigía la sección de consultas de la “Vale”. Gran cosa es esa, a fe de director de Jogüarts que los jóvenes lean cuando la cálida naturaleza se adormece y las leyendas, como el fantasma de Torrebruno, cobran vida en los bosquecillos que rodean Jogüarts. ¡Ahhhh, que fragancia sin par! Faralla y Calimotxo a partes iguales; Casa Paco hace su agosto, y en Dulcihora se regocijan, siniestros.

Con inusitada masculinidad entra en escena Joel Jordan Adrian Gestalt van Degorrix, nuevo alumno de Reibenclou, trazando vertiginosos círculos por entre los Nomeolvides marchitos, con ese desparpajo natural de los que tienen los huevos llenos de amor. Y tan grandes son los suyos que los arrastra por el suelo, cual paquidermo con hidrocele, mientras la baba –ya sea por lubricidad, ya por infantilismo- le gotea en húmedas cascadas por la boca. Y maravilla de las maravillas: se desliza en ríos hasta Martita Piquifucio, la gafenta y emorroide (no es una errata) directora de club de Onomatopeyas, alumna tan popular como el DDT en Menzoberranzán, pero de corazón atormentado y sensible, que sufre horrores mientras el conejito de duracell tamborilea una y otra vez sus dulces ritmos orientales sobre una mustia pepitilla prepúber.

“Se querían, sabedlo, se querían como la luz, labios azules en la madrugada…” azules de soledad y de ausencia, claro está, pero el poeta nunca se equivoca. El caso es que las babas brotan a mares; Aquilino Putaino, el confesor de Jogüarts, da visto bueno a tan desaforado amor, y los jóvenes algún día se casarán. Y no sonará marcha nupcial alguna sino el “Amo a Laura” y, pasarán la noche de bodas, y todas las noches de sus vidas en adelante, languideciendo a la luz de Selene enfebrecida, en virgínea pristinez, previa castración pública de Joel Jordan etc… que resulta ser…(ojito) VAMPIRO.

La literatura es así: abunda en finales felices. Sobre todo cuando se escribe con el culo un libro hediondo: porque apesta a caramelos, gomaespuma, incienso y pipí a partes iguales. Opus-culo! Así que… LE QUITARÉ CINCUENTA PUNTOS A GRIFFINDOR!!!!

jueves, 4 de diciembre de 2008

LEYENDAS Y MITOS DE JOGÜARTS: LA GUERRA DE LAS ABERRACIONES


Ya los últimos rayos del sol se dan de morros contra nuestras pocilgas. Ominosas sombras danzan en nuestras ingles. La noche, con su manto color Pato WC, se proyecta, abyecta, con ansia provecta, en línea recta.... (PAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAFFFFF!!!)

Que te calles, Errata!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Hoy se cumplen mogollón de milenios de la Batalla de Giratutto, que puso fin a la guerra de las Aberraciones. La simple mención del nombre hace estremecerse a muchos. Todos los que allí combatimos recordamos bien aquellos años duros para la Alianza: los conciertos de Nayuanimri, las performances del ujier de La Fura dels Baus, la masacre de los valerosos persas ante los espartanos... Si, fue terrible, pero para que no quede en el Olvido, todos los días como hoy, es preciso ir a Osaka. Es preciso. Para no olvidar que las Aberraciones fueron vencidas, pero siguen ahí, acechando, esperando el momento adecuado para volver. Como "La Parodia Nacional".


Hace mucho tiempo, cuando JoGüarts aún era joven, y los pajarillos piaban sobre las mimosas justo antes de copular entre ellos hasta caer rendidos, hubo una rebelión en la escuela. Los Archimagos Akenofres Nadh y Pamplinus de Hinoppia provocaron una terrible escición en la Orden que el Concilio no supo solucionar. Alzáronse pues en armas contra sus compañeros magos, y escapando de la ciudadela, viajaron, errantes por el espacio tiempo cual si quisieran fundirse con él más allá de la Cúpula de Trueno (que es donde acaba el espacio-tiempo, por si no lo sabíais. De nada. Luego hay sólo toboganes y mercerías, sí, sí...)


Cuando se les daba por muertos, una fuerza monstruosa hizo la tierra temblar: los guardias de laCúpula cayeron bajo el influjo de una terrible maldición. Se compraron gafas de pasta y bufandas a cuadros. Ejemplares viejos de El País (siempre llevaban el mismo), fanzines de colores chillones y un mp3 con frases que dijo un día Sabina cuando molaba (o sea, MUCHO ANTES de la Guerra de las Aberraciones). Enardecidos por una furor sordo y siniestro, se abalanzaron blandiendo sus periódicos y Fanzines sobre las aldeas de la Frontera, y allí, cual vampiros, contagiaron su enfermedad a muchos otros. Pronto, fueron Legión. Más de un millón (como digas algo, Errata, te vas al foso del Rancor!!!!).


El Oraculo (sí, sin acento, es que era maricón y se flipaba mucho), un día que iba tó borracho, nos advirtió que la Profecía de la Aberración se había cumplido, y que era menester salir al encuentro de los rebeldes y derrotarlos. ¿Quién podría contener la evasión? Después de largas dicusiones a la luz de las cachimbas, el Concilio eligió a sus cinco Paladines, que eran, a saber:


- Eduardo de Goodstock, príncipe de Tales y Cuales, famoso archimago de origen circunflejo.

- Adrian van Darme, el Hombre sin Esfínteres, pon tu armadura divina de Gamma al servicio... (huy, perdón, me he colado!)

- Florn Filoafilado, el cazador de Tapirótidos, hombre de sin par aquiescencia.

- Falbala de Bristol, la brujesca, feminista de pro(a) y cuñada de la famosa gallina.


Y... el más terrible y famoso de todos...


- Uno que pasaba por allí. Si, ÉL!!!!. Nada menos que Uno, el ínclito y vertiginoso al que algunos llaman con respeto y devoción, por sus múltiples hazañas en la guerra: "Un pavo cualquiera".


Los ejércitos rebeldes llegaron a la llanura de Giratutto el 4 de diciembre de hace la de dios, y formaron en posición de batalla (mirando pa nosotros y mu tiesos). Todos esperaban la llegada de los jefes. Allí llegó Akenofres, montado en un dragón con las cabezas de Miguel Bosé, Manu Chao y Paco Clavel, y pronto se les unió Pamplinus, en su vespino nuclear rosa-furcia con pegatinas de No a la Guerra.


Cuando los ejércitos se encontraron, la tierra tembló. Los rebeldes llevaban ventaja; contaban con su incesante cloqueo que volvía locos a cuantos alrededor pretendían luchar. Algunos, fueron contagiados del Mal Aberrante y comenzaron a hablar en lenguas extrañas. En el fragor del combate, Akenofres hirió a Eduardo con su maza de cine iraní, y, dándolo por muerto, se volvió contra Falbala, que inútilmente trataba de defenderse con sus chistes de Jaimito. Pero Eduardo, con su último aliento, convocó a los restantes paladines que acudieron presto, justo a tiempo de salvar a Falbala de ser aplastada con una estatua de de uralita de Andy Warhol comprando pepinos en el Shoho, que los rebeldes lanzaban con sus catapultas. Unidos contra Akenofres, lo hicieron retroceder, pero intervino Pamplinus, con su ataque secreto. El famoso single de "Il Divo" cantando "La puta de la Cabra". Uno tras otro, los paladines cayeron derrotados, ante tamaño despliegue de la aberración. Los rebeldes se creían triunfantes. Los gaiteros tocaban La Quinta de Beethoven jazzeada, los lanceros recitaban en swahili, los arcabuceros daban comienzo a una improvisada performance sobre la insoportable levedad del ser. todos vomitaban en sus cascos y los alzaban como ofrenda a los Dioses Aberrantes antes de beber enfervorizados.


Pero allí había un pavo...


- ¿De qué váis? - preguntó.

- Somos Artistas incomprendidos por una sociedad complaciente y venimos aquí a lanzar nuestro grito de libertad y desafío al sistema. Provocamos y despertamos la conciencia dormida de la gente.

- ¿Con terribles atentados artísticos como este? -dijo un pavo señalando un inmenso trozo de hierro de forma pentagonal pintado de fucsia sobre el que habían cagado trece orangutanes con diarrea.

- Es una parábola de lasitud. Representa la ambivalencia de la introspección humana -dijo Pamplinus -y se comió un trozo de placenta que llevaba guardado- ¿¿¿lo ves, infiel????

- Pero... esto, esto... ¡¡¡ Esto es una aberración!!!- estalló un pavo.


Y sólo entonces, con un gigantesco bramido, las Hordas de la Aberración soltaron sus secadores de pelo, sus blackberries y sus suplementos dominicales y fueron desintegradas por un torbellino de fuego, nieve y calimocho que se abatió súbitamente desde los cielos, mientras una voz en off -que se parecía un poco a la de Bunbury- bramaba: "Desapareeeeeeeeeeeeeeeeeezcoooooo!!".


Pero no desapareció todo. Allí, sobre el campo de batalla, entre los cadáveres de los leales, los escudos hendidos y los bocatas de chopped que ya nadie comería, sólo había una cosa que el divino torbellino no había podido hacer desaparecer: el single de "El Divo" cantando "La Puta de la Cabra". Un pavo lo recogió, y lo llevó a Jogüarts, donde lo encerramos en la Cámara de las Aberraciones, el lugar más secreto y protegido de la escuela, bajo siete llaves, siete candados, siete trampas de bofetada nuclear y siete porteros de discoteca. Y allí, criando polvo, durante años años y años, durante siglos y siglos, el single espera a que las aberraciones vuelvan a alzarse desde el otro mundo para conquistar la Escuela y derrotar al Concilio. Los mas valientes tiemblan sólo de pensar en ese día... que de momento no ha llegado, pero el día que llegue me temo que...


LE QUITARÉ CINCUENTA PUNTOS A GRIFFINDOR!!!!!!